El ácido hialurónico es el implante líquido más empleado en la actualidad, con muchas marcas disponibles en el mercado , para la corrección de líneas de expresión, recuperar volúmenes fundamentalmente a nivel facial y disminuir los signos de envejecimiento.
El ácido hialurónico (AH), es uno de los productos más versátiles y utilizados en el área de medicina estética, dermatología estética y en cirugía plástica como complemento a los procedimientos quirúrgicos.
Es un producto que lo encontramos en forma natural en los tejidos. En 1934 fue descubierto por los Dres. Karl Meyer y John Palmer, quienes aislaron un componente en el humor vítreo bovino al cual denominaron «Hyalos». Su uso se determinó por muchos años para oftalmología y ortopedia para el manejo de artritis.
Es un producto eficaz , de fácil administración y con alto perfil de seguridad manejado en manos expertas y personal médico.
Cada día, se tienen sustancias que van a contribuir a mejorar el aspecto de la piel para darle brillo, lozanía y disminuir el daño ocasionado por el proceso de envejecimiento, radiación ultravioleta, factores ambientales entre otros.
Es un material reabsorbible, actualmente producido en laboratorio a través de procesos de fermentación que hace que tenga menos carga antigénica y menor probabilidad de presentar reacciones de hipersensibilidad.
Los diferentes laboratorios que existen a nivel mundial que producen y comercializan las marcas de ácido hialurónico , buscan producir moléculas de AH , con estabilidad, durabilidad del producto en el tejido y que aporten volumen a los tejidos a tratar y con el mínimo de eventos adversos.
La variabilidad de la presencia de los eventos adversos es importante y depende de la reticulación del AH al igual que su durabilidad, cuanto más reticulado sea el producto mayor será su durabilidad, pero también podría mayor su capacidad de producir reacción de cuerpo extraño.
El tamaño del volumen que crea el producto depende de la partícula y del grado de reticulación. Los implantes con partículas pequeñas o reticulación sencilla son usados para tratamiento de arrugas finas mientras que las moléculas con partículas más gruesas con alta reticulación, son las ideales para aumento de volumen.
Como todos los dispositivos médicos o materiales que se aplican en los pacientes, el AH no está exento de presentar eventos adversos , por lo tanto es importante conocer la posibilidad de la presentación de los mismos y el manejo oportuno y eficaz de los mismos. Es por esto que este dispositivo médico debe ser manejado únicamente por personal médico debidamente entrenado, ya que usado en personal no idóneo puede llevar a complicaciones graves tales como deformidades in estéticas, necrosis de tejidos por oclusión vascular, ceguera, infecciones etc.
El AH, viene en presentaciones que se usan para hidratar la piel, mejorar arrugas finas y profundas, restituir volumen de tejidos y mejorar la calidad de la piel en los casos de flaccidez cutánea .
Existen múltiples marcas comerciales en el mercado disponibles para el uso del médico, pero es importante analizar las características del componente y reticulación del producto para minimizar los riesgos que el paciente puede tener.
Es por esto, que recomendamos en conjunto con la casa comercial que ofrece la alternativa de su marca que se verifique primero la ficha técnica, los estudios realizados del producto específicamente, las instrucciones de su manejo, su respectivo registro del INVIMA y conocer el manejo de posibles complicaciones.